Las luciérnagas y otros insectos son fáciles de cuidar en condiciones básicas. Antes de atrapar una luciérnaga mascota, asegúrese de tener un recipiente y un mecanismo adecuados y limpios para alimentar al insecto. Las luciérnagas pueden ser buenas mascotas durante algunas semanas, pero tienen una vida corta y deben ser liberadas de manera oportuna.
Construya un contenedor adecuado para luciérnagas que tenga espacio para que los insectos vuelen. Asegúrese de que los insectos se aireen constantemente haciendo agujeros en el contenedor o utilizando un contenedor de malla.
Proporcione a las luciérnagas un hábitat natural como ramas y hojas para que puedan sentarse y descansar.
Mantenga el ambiente libre de moho, hongos y heces quitando las luciérnagas para limpiarlas una vez a la semana o cuando se ensucie.
Proporcione a las luciérnagas un plato de agua poco profunda que contenga agua fresca. Cambie el agua diariamente aunque no se haya vaciado.
Ofrezca un agua de azúcar de luciérnaga cautiva como sustituto del néctar, la principal fuente de alimento para las luciérnagas. Si lo desea, coloque pequeños gusanos de harina u otros insectos de cuerpo blando como presas periódicamente.
Mantenga el contenedor de luciérnagas lejos de la luz solar directa, lo que hará que el ambiente esté demasiado caliente y seco. Mantenga el recipiente a temperatura ambiente con la exposición a la luz indirecta.
Consejo
Si todas sus luciérnagas mueren inmediatamente después de recibir acceso al aire libre y al agua dulce, limpie completamente el recipiente con Lysol o lejía común, ya que puede estar contaminada. Si tiene la intención de conservar una luciérnaga por un período prolongado, consulte un libro sobre el cuidado de insectos para asegurarse de que proporciona condiciones óptimas para la totalidad del ciclo de vida del insecto.