Las colecciones de conchas marinas son un pasatiempo popular en la infancia y una forma conveniente de conservar recuerdos de vacaciones en la playa. Una de las primeras cosas que la mayoría de los coleccionistas aprenden es que las conchas marinas con algo que queda en ellas tienden a oler bastante después de un tiempo. Ya sea que el olor desagradable sea causado por un cangrejo ermitaño o el ocupante original, es importante que se elimine.
Localice un hormiguero. Deje sus conchas en el hormiguero durante un día o dos, durante el clima seco. Las hormigas limpiarán diligentemente cada trozo de carne del interior del caparazón, incluidas las grietas que son difíciles de alcanzar de cualquier otra manera.
Enterre sus conchas marinas en un lugar claramente marcado durante unas semanas o unos meses, cuanto más tiempo el mejor. Los insectos, gusanos y diversos microorganismos limpiarán sus conchas, y este método deja muy poco olor.
Congele, descongele y hierva las conchas. El cangrejo y cualquier carne original restante se deslizarán fácilmente al final de un palillo de dientes. Esto funciona mejor si las conchas se congelan y descongelan al menos dos veces.
Blanquee las conchas o sumérjalas en alcohol puro para eliminar cualquier olor persistente. Algunos depósitos pueden dañarse al remojarlos, por lo tanto, consulte un trabajo de referencia o un recolector más experimentado si no ha recolectado previamente una muestra determinada.
Consejos
Si desea preservar la cáscara del cangrejo real, deberá separarla junta por junta para limpiarla y luego volver a armarla. El método hormiguero es el mejor para esto, y funciona mejor si separa las mitades superior e inferior del caparazón.