1. Falta de fundamento teórico :Es posible que la formación presencial no proporcione a los docentes una comprensión teórica sólida de la educación y el desarrollo infantil. Esta base es vital para una enseñanza eficaz, ya que ayuda a los educadores a comprender el proceso de aprendizaje, las diferencias individuales y los enfoques de instrucción apropiados.
2. Conocimientos pedagógicos limitados :La enseñanza implica algo más que simplemente entregar contenidos. Los educadores eficaces necesitan una sólida comprensión del conocimiento pedagógico, incluidas las estrategias de enseñanza, las técnicas de gestión del aula, los métodos de evaluación y el diseño curricular. Es posible que la capacitación impartida únicamente en el aula no cubra adecuadamente estas áreas críticas.
3. Ausencia de práctica reflexiva :La práctica reflexiva es esencial para el crecimiento y desarrollo profesional. Al participar en prácticas reflexivas, los docentes pueden analizar sus métodos de enseñanza, identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas para mejorar la eficacia de su enseñanza. Es posible que la formación exclusivamente presencial no proporcione suficientes oportunidades para la práctica reflexiva.
4. Falta de colaboración y aprendizaje entre pares :Un programa integral de formación docente fomenta la colaboración y el aprendizaje entre pares, que son valiosos para el desarrollo profesional. Al interactuar con colegas y educadores experimentados, los docentes pueden obtener diversas perspectivas, compartir mejores prácticas y abordar desafíos colectivamente. La formación exclusivamente presencial puede limitar estas oportunidades.
5. Descuido de la educación inclusiva :Para satisfacer las necesidades de una población estudiantil diversa, los docentes deben estar equipados con el conocimiento y las habilidades para brindar una educación inclusiva. Esto implica comprender y adaptarse a estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje, habilidades y antecedentes. Es posible que la formación exclusivamente presencial no aborde adecuadamente las complejidades de la educación inclusiva.
6. Oportunidades perdidas para el aprendizaje interdisciplinario :Un programa integral de formación docente debe brindar oportunidades para el aprendizaje interdisciplinario, conectando la educación con otros campos como la psicología, la sociología y la tecnología. Esto amplía las perspectivas de los docentes y los equipa para aprovechar múltiples disciplinas para prácticas docentes informadas. Es posible que la formación exclusivamente presencial no facilite este enfoque interdisciplinario.
7. Exposición limitada a la investigación educativa :La formación presencial no puede exponer a los docentes a investigaciones educativas ni a prácticas basadas en evidencia. Mantenerse actualizado con los hallazgos de la investigación y aplicarlos a la enseñanza puede mejorar la efectividad y relevancia de las prácticas educativas.
8. Descuido del desarrollo profesional :Un programa integral de formación docente debe apoyar el desarrollo profesional continuo a lo largo de la carrera del docente. Esto incluye oportunidades de aprendizaje continuo, talleres y capacitación avanzada. Es posible que la capacitación presencial no proporcione un camino estructurado para el desarrollo profesional más allá de la certificación inicial.
En conclusión, si bien la experiencia práctica en el aula es un componente crucial de la formación docente, no debería ser el único medio de formación de los docentes de Nueva Zelanda. Es necesario un enfoque integral y completo que combine la enseñanza en el aula con conocimientos teóricos, formación pedagógica, práctica reflexiva, colaboración y exposición a la investigación educativa para preparar educadores eficaces y adaptables a los diversos desafíos del aula del siglo XXI.