- La intervención temprana es fundamental :Las intervenciones que comienzan temprano, a menudo en el preescolar o el jardín de infantes, son más efectivas para mejorar las habilidades de lectura y matemáticas que las intervenciones que comienzan más tarde.
- Las intervenciones integrales son más efectivas :Las intervenciones que abordan múltiples aspectos de la lectura y las matemáticas, como la conciencia fonémica, la fonética, la fluidez, la comprensión y la resolución de problemas, son más efectivas que las intervenciones que se centran en un solo aspecto.
- Las intervenciones basadas en evidencia son más efectivas :Estudios bien diseñados indican que las intervenciones respaldadas por investigaciones sobre el desarrollo infantil, prácticas docentes efectivas y problemas de aprendizaje tienden a tener más éxito
- Las intervenciones intensivas son más efectivas :Intervenciones como tutorías/mentorías que brindan un apoyo más intensivo son más efectivas que las intervenciones que brindan un apoyo menos intensivo.
- Las intervenciones a largo plazo son más efectivas :Las intervenciones que brindan apoyo durante varios años o incluso en todos los niveles de grado pueden conducir a mejores resultados que las intervenciones ofrecidas durante un período semestral de 8 o 12 semanas y no continúan
Las investigaciones también destacan la importancia de adaptar las intervenciones para satisfacer las necesidades específicas de los niños en riesgo. Por ejemplo, las intervenciones que responden cultural y lingüísticamente tienen más probabilidades de ser efectivas para estudiantes de diversos orígenes. Además, las intervenciones que implican la colaboración entre profesores, padres y miembros de la comunidad tienen más probabilidades de tener éxito.
En conclusión, existe evidencia sólida de que intervenciones escolares bien diseñadas e implementadas pueden ayudar a mejorar la lectura y las matemáticas en niños en riesgo. Las intervenciones tempranas, integrales, basadas en evidencia, intensivas y a largo plazo que se adaptan a las necesidades específicas de los niños en riesgo tienen más probabilidades de tener éxito.