* viento: Los desiertos se caracterizan por fuertes vientos que pueden recoger y transportar arena y polvo, creando dunas de arena y formaciones de rocas erosionadas. Este proceso se conoce como abrasión del viento .
* agua: Si bien los desiertos son generalmente secos, las lluvias ocasionales pueden conducir a inundaciones repentinas que tienen un poder erosivo significativo. Estas inundaciones pueden tallar cañones, mover sedimentos y crear Arroyos.
* Cambios de temperatura: Los cambios de temperatura extrema en los desiertos hacen que las rocas se expandan y se contraen. Esta expansión y contracción repetidas pueden conducir a la fractura de estrés térmico , descomponiendo rocas en piezas más pequeñas.
* Gravedad: La gravedad juega un papel en la erosión al extraer el material hacia abajo, contribuyendo a la formación de cañones y otras formas de relieve.
Es importante tener en cuenta que estos agentes a menudo trabajan juntos. Por ejemplo, el viento puede transportar partículas de arena que luego se usan para la abrasión, mientras que el agua puede transportar el material erosionado.