Así es como funciona:
* Erosión glacial: Los glaciares masivos que cubrieron América del Norte durante la época del Pleistoceno forjaron la escarpa de Niágara.
* Erosión del agua: A medida que los glaciares se retiraban, el río Niágara fluía sobre la escarpa, erosionando gradualmente las capas de roca más suaves en la parte superior. Esto creó la dramática cascada que vemos hoy.
Entonces, si bien las caídas de Niagara es un ejemplo espectacular de fuerzas naturales que dan forma al paisaje, no está relacionado con el movimiento de las placas tectónicas.