1. elevación y exposición: Las rocas sedimentarias pueden ser elevadas por las fuerzas tectónicas, llevándolas a la superficie de la tierra, donde están expuestas a la meteorización y la erosión. Este proceso descompone la roca en piezas más pequeñas, creando sedimentos que se pueden transportar y depositar en otro lugar.
2. metamorfismo: Si las rocas sedimentarias están enterradas en lo profundo de la corteza terrestre, pueden ser sometidas a intensos calor y presión. Este proceso, llamado metamorfismo, transforma la roca en una roca metamórfica, cambiando su textura, composición mineral y, a veces, incluso su estructura general.
3. Melting: Bajo calor y presión extremas, las rocas sedimentarias pueden derretirse, convirtiéndose en magma. Este magma puede enfriarse y solidificarse, formando rocas ígneas. Este proceso reinicia efectivamente el ciclo de roca, creando nuevas rocas de lo antiguo.