* Base de roca sedimentaria: La meseta de los Apalaches está compuesta principalmente por rocas sedimentarias como arenisca, lutita y piedra caliza. Estas rocas se depositaron durante millones de años en los antiguos mares y lagos.
* Erosión y elevación: Con el tiempo, estas capas sedimentarias fueron elevadas y erosionadas, creando la topografía distintiva de la meseta. Esta elevación y erosión también contribuyeron a la formación de los suelos densos y mal drenados.
* Formación del suelo: La erosión de las rocas sedimentarias creó una capa de suelo, pero el proceso a menudo dejaba una cantidad significativa de arcilla y partículas finas. Estas partículas tienden a empacarse, creando suelos densos que no permiten que el agua se drene fácilmente.
* Patrones de drenaje: El paisaje también cuenta con una red de valles y arroyos, que fueron tallados por erosión. Estos patrones de drenaje contribuyen al mal drenaje de la meseta, ya que el agua tiende a agruparse en áreas bajas.
En esencia, la combinación única de la meseta de los Apalaches de orígenes de roca sedimentaria, erosión y elevación condujo a la formación de suelos densos y mal drenadores. Esto lo convierte en una región geográfica distinta con su propio conjunto de desafíos y oportunidades para el uso de la tierra.