* densidad: La corteza continental es menos densa que la corteza oceánica. Esto se debe principalmente a que la corteza continental se compone de una mayor proporción de minerales más ligeros como el granito y el feldespato, mientras que la corteza oceánica se compone principalmente de minerales más densos como el basalto y el gabro.
* Espesor: La corteza continental es significativamente más gruesa que la corteza oceánica. El grosor promedio de la corteza continental es de alrededor de 35 km, mientras que la corteza oceánica suele tener solo 7 km de espesor.
* Equilibrio isostático: La corteza terrestre y el manto superior están en un estado de equilibrio isostático. Esto significa que la corteza "flota" en el manto más denso, muy parecido a un bloque de madera en el agua. Cuanto más profundo se extiende la corteza al manto, más flotante se vuelve. Dado que la corteza continental es más gruesa y menos densa, desplaza más material del manto y, por lo tanto, flota más alto.
Aquí hay una analogía simple:imagina una tabla de madera que flota sobre el agua. Una tabla más gruesa desplazará más agua y se sentará más alto que una tabla más delgada. Del mismo modo, la corteza continental más gruesa y menos densa desplaza más material del manto y se sienta más alto que la corteza oceánica más delgada y densa.
Esta diferencia en la elevación es la razón por la cual los continentes se sientan sobre el nivel del mar, mientras que las cuencas oceánicas están sumergidas. La mayor elevación de los continentes también crea la posibilidad de que se formen cadenas montañosas debido a las fuerzas tectónicas.