* rocas ígneas Forma a partir del enfriamiento y solidificación de la roca fundida (magma o lava). Este proceso crea una estructura cristalina bien entrelazada, lo que los hace muy densos y fuertes. Los ejemplos incluyen granito, basalto y obsidiana.
* rocas sedimentarias se forman a partir de la acumulación y cementación de sedimentos. Si bien algunas rocas sedimentarias pueden ser bastante fuertes, a menudo tienen enlaces más débiles entre los granos individuales. Esto los hace más susceptibles a la ruptura. Los ejemplos incluyen arenisca, piedra caliza y lutita.
Sin embargo, es importante recordar que las rocas ígneas y sedimentarias tienen una amplia gama de dureza . Algunas rocas ígneas, como la pómez, son muy porosas y débiles, mientras que algunas rocas sedimentarias, como la cuarcita, son extremadamente difíciles. El tipo específico de roca determinará con qué facilidad se puede romper con un martillo.