Mientras que el archipiélago de Azores, donde reside el Monte Pico, se coloca cerca del límite de las placas euroasiáticas y norteamericanas, en realidad es parte de la placa norteamericana. Las Azores son un archipiélago volcánico formado por un punto de acceso, un penacho de roca de manto caliente que se eleva desde las profundidades de la tierra.