Sin embargo, es cierto que encontrar rocas de las * muy * etapas más tempranas de la formación de la Tierra (el Hadean Eon, hace unos 4.5 a 4 mil millones de años) es increíblemente difícil, y hay varias razones para esto:
* La historia violenta temprana de la Tierra: La tierra temprana era un lugar muy diferente al que es hoy. Hacía increíblemente caliente, bombardeado por asteroides y meteoritos, y sujeto a una intensa actividad volcánica. Este ambiente extremo destruyó gran parte de la corteza original, por lo que es increíblemente raro que las rocas desde ese momento sobrevivan.
* Tectónica de placa y erosión: El proceso de la tectónica de placas recicla continuamente la corteza terrestre, haciendo que las rocas viejas se subducan (empujen hacia abajo) y se derritan. La erosión también se desgasta en la superficie de la tierra, erosionando aún más las antiguas rocas.
* Evidencia limitada: Incluso si algunas de estas rocas tempranas sobrevivieran, podrían estar enterradas bajo tierra e inaccesible.
Lo que * hacemos * tenemos:
* Circons: Como se mencionó, los cristales de circón son increíblemente resistentes y pueden sobrevivir incluso al calor y presión extremas. Estudiar estos pequeños cristales proporciona valiosas pistas sobre la tierra temprana, incluida su composición y posible presencia de agua líquida.
* meteoritos: Estudiar meteoritos puede ayudarnos a comprender cómo era el sistema solar temprano, ya que son esencialmente fragmentos de los materiales que formaron los planetas.
* Evidencia indirecta: Los científicos también pueden estudiar la composición y la estructura del manto y la corteza de la Tierra, proporcionando información sobre los procesos que ocurrieron en las primeras etapas de la formación de la Tierra.
Entonces, si bien es posible que no tengamos rocas grandes e intactas desde el comienzo de la historia de la Tierra, tenemos mucha evidencia de varias fuentes que nos permiten reconstruir su fascinante historia temprana.