Si bien no ha tenido una erupción importante en la historia reciente (la última fue en 1909), se considera latente en lugar de extinto. Esto significa que tiene el potencial de estallar nuevamente en el futuro.
De hecho, hay signos de actividad volcánica, como:
* fumaroles (respiraderos que liberan vapor y gases)
* Pequeños terremotos en el área
* deformación de las pendientes del volcán
El Instituto Volcanológico de las Islas Canarias (INPLECAN) monitorea de cerca el Monte Teide para cualquier signo de disturbios.