1. Formación de pantanos de carbón:
* colisiones continentales: La tectónica de placas condujo a la formación de cadenas montañosas como los Apalaches. A medida que estas montañas se erosionaban, el sedimento se transportaba a áreas bajas, creando vastos entornos pantanosos.
* subsidencia: El peso del sedimento hizo que la tierra se hundiera, lo que llevó a un mayor hundimiento y la creación de cuencas extensas y poco profundas ideales para el crecimiento de la vegetación densa.
2. Abundante vida vegetal:
* clima cálido y húmedo: Las posiciones de los continentes influyeron en los patrones climáticos. Durante el período carbonífero (aproximadamente 359-299 millones de años hace), América del Norte se encontraba en una zona tropical o subtropical que experimentaba condiciones cálidas y húmedas.
* Pantalla tropical: Estas condiciones fueron perfectas para el crecimiento de vastos bosques dominados por helechos gigantes, licópodos, colas de caballo y plantas tempranas de semillas. Estos exuberantes y pantanosos entornos se convirtieron en las "fábricas de carbón".
3. Entierro y transformación:
* sedimentación: A medida que los pantanos se llenaron de sedimento, enterraron el material vegetal en descomposición debajo de capas de lodo y arena. Este proceso evitó la descomposición y la oxidación, permitiendo que la materia orgánica se acumulara.
* Calor y presión: Durante millones de años, el peso del sedimento suprayacente y el calor interno de la Tierra transformaron el material vegetal enterrado en carbón. La composición química del carbón dependía de los tipos de plantas, la profundidad del entierro y el tiempo involucrado.
En resumen:
La tectónica de placas, a través de su influencia en la creación de la forma gestión, el clima y la deposición de sedimentos, desempeñó un papel fundamental en la creación de las condiciones que permitieron la acumulación de grandes cantidades de materia vegetal que luego formó las reservas de carbón de América del Norte. Este proceso fue particularmente importante durante el período carbonífero, cuando las condiciones ideales para la formación de carbón prevalecían.