Granular: La roca de grafito suele estar compuesta por un agregado de cristales de grafito de grano fino. Los cristales individuales pueden ser visibles a simple vista o pueden requerir una ampliación para poder verlos.
Escamoso: Los cristales de grafito tienen una estructura en capas y esto puede darle a la roca de grafito una apariencia escamosa o escamosa. Las escamas se pueden separar fácilmente unas de otras, lo que hace que el grafito sea un material relativamente blando y friable.
Brillante: El grafito tiene un brillo metálico, lo que significa que refleja la luz de una manera que le da una apariencia brillante o lustrosa. El brillo del grafito se puede utilizar para distinguirlo de otros tipos de rocas.
Suave: El grafito es un mineral muy blando, con una dureza de Mohs de 1. Esto significa que otros minerales, como el cuarzo o el feldespato, pueden rayarlo fácilmente.
Negro: El grafito suele ser de color negro, aunque a veces puede tener un tinte gris o marrón. El color oscuro del grafito se debe a su alto contenido de carbono.