1. Erosión:
- Erosión hídrica:las precipitaciones, el deshielo y la escorrentía crean arroyos y ríos que fluyen a través de valles montañosos. Con el tiempo, estos cursos de agua excavan profundos cañones y gargantas, derribando las laderas de las montañas mediante la acción hidráulica, la abrasión y el transporte de sedimentos.
- Erosión Glacial:En las regiones frías, se pueden formar glaciares en zonas de alta montaña. Estas masas de hielo que se mueven lentamente tienen un tremendo poder erosivo. Recorren y raspan el lecho de roca subyacente, creando valles, circos y morrenas en forma de U a medida que avanzan y retroceden.
- Erosión eólica:Los vientos fuertes pueden arrastrar partículas finas y arena, provocando erosión y erosión en las laderas expuestas de las montañas. La acción del viento es particularmente efectiva en altitudes más altas, donde la cubierta vegetal es escasa.
2. Deposición:
- Abanicos Aluviales:A medida que los arroyos de montaña alcanzan terrenos más llanos, pierden su poder erosivo y comienzan a depositar sedimentos. Estos depósitos forman abanicos aluviales, que son acumulaciones de sedimentos en forma de abanico en la base de pendientes pronunciadas.
- Terrazas fluviales:los ríos también pueden crear terrazas a medida que atraviesan valles montañosos. Cuando un río cambia su curso o se produce una caída en su nivel base, puede dejar restos elevados de antiguas llanuras aluviales como terrazas fluviales.
- Depósitos glaciares:cuando los glaciares retroceden, dejan tras de sí varios elementos de depósito. Las morrenas, que son crestas de escombros desordenados, son comunes a lo largo de los márgenes de los glaciares. Los drumlins, colinas aerodinámicas formadas por el movimiento del hielo glacial, también pueden ocurrir en ambientes montañosos.
La interacción de la erosión y la deposición influye en la morfología de las cadenas montañosas. Estos procesos dan forma a picos, valles, laderas y cañones de las montañas. La erosión tiende a desgastar las elevaciones montañosas durante millones de años, mientras que la deposición acumula sedimentos en elevaciones más bajas. A medida que las montañas se elevan y se erosionan en escalas de tiempo geológico, el equilibrio entre estos procesos contribuye a los paisajes escénicos e intrincados que vemos en las regiones montañosas de todo el mundo.