Las muestras lunares han demostrado que la Luna está compuesta por aproximadamente un 45% de oxígeno, un 20% de silicio, un 10% de magnesio, un 10% de hierro y un 5% de otros elementos. Estos elementos son los mismos que se encuentran en la corteza terrestre y además se encuentran en las mismas proporciones.
Además, las muestras lunares han demostrado que la Luna tiene una composición mineral similar a la de la corteza terrestre. Los minerales más comunes que se encuentran en la Luna son la plagioclasa, el feldespato, el piroxeno y el olivino. Estos minerales también se encuentran en la Tierra y son los mismos minerales que se encuentran en las rocas ígneas que forman la corteza terrestre.
El hecho de que la Luna y la Tierra compartan una composición mineral similar es una de las pruebas más sólidas que respalda la teoría de que se formaron a partir de un material común.