1. Implica la degradación de la tierra en las tierras secas, lo que resulta en una reducción de la productividad biológica.
2. El pastoreo excesivo, la deforestación y las malas prácticas de gestión de la tierra contribuyen significativamente a la desertificación.
3. La desertificación provoca una pérdida de fertilidad del suelo, una disminución de los recursos hídricos y una mayor vulnerabilidad a la sequía.
4. Es un proceso reversible si se toman medidas oportunas para conservar los recursos de suelo y agua.
La desertificación abarca el deterioro de la tierra en regiones áridas, semiáridas y subhúmedas secas, lo que lleva a una disminución de su productividad biológica. Diversas actividades humanas, como el pastoreo excesivo, la deforestación y las prácticas agrícolas insostenibles, aceleran el proceso de desertificación. Estas actividades degradan el suelo, agotan los recursos hídricos y contribuyen a la pérdida de vegetación, lo que lleva a una reducción general de la capacidad de la tierra para sustentar la vida. Si bien la desertificación es una preocupación ambiental crítica, puede mitigarse o incluso revertirse mediante técnicas apropiadas de conservación del suelo y prácticas sostenibles de gestión de la tierra.