La tiza se compone principalmente de carbonato de calcio (CaCO3), que es un mineral natural llamado calcita. La calcita se forma cuando el carbonato de calcio precipita del agua, a menudo como resultado de la evaporación del agua de mar u otras masas de agua ricas en carbonato de calcio. Con el tiempo, las capas de calcita pueden acumularse y comprimirse para formar tiza. La tiza se puede encontrar en varios lugares del mundo, incluidos los famosos acantilados de tiza de Dover en el Reino Unido, así como en partes de Francia, Dinamarca y Estados Unidos.