por calor:
* leña: Esta fue la principal fuente de calor para cocinar, calentar casas e incluso proporcionar calor en los lugares de trabajo. La gente recogía madera de los bosques o la compraría a los vendedores.
* carbón: El carbón se usó ampliamente en entornos industriales y grandes hogares. Proporcionó un calor más intenso que la madera, pero también produjo más humo y cenizas.
* carbón: Este era un combustible limpio hecho de madera, a menudo utilizado para cocinar y calentar.
* Animal Fat: Las velas a menudo estaban hechas de grasa animal, proporcionando una pequeña cantidad de calor además de la luz.
* Lámparas de queroseno: Estas lámparas usaron queroseno como combustible, lo que produjo una luz más brillante y más eficiente que las velas. Las lámparas de queroseno también emitieron algo de calor.
para la luz:
* Vela: Estas eran una fuente común de luz, hecha de cera de abejas, sebo u otras grasas animales. Las velas eran relativamente ineficientes y produjeron mucho humo.
* Lámparas de aceite: Estas lámparas usaban aceites vegetales o grasas animales como combustible. Proporcionaron una luz más brillante que las velas, pero aún producían humo y hollín.
* Gaslights: Las luces de gas se introdujeron en el siglo XIX y usaron gas, típicamente gas de carbón, para producir una luz más brillante y eficiente que las velas o las lámparas de petróleo. Fueron utilizados ampliamente para el iluminación de la calle.
* linternas: Estas luces portátiles a menudo se usaban en entornos al aire libre y se usaban aceite o velas como combustible.
* Fireflies: En algunas culturas, las personas usaron luciérnagas como fuente de luz, especialmente durante ceremonias o festivales.
Otros métodos:
* energía solar: La gente siempre ha usado la energía del sol para la calidez, pero no fue hasta finales del siglo XIX que se desarrollaron las cocinas solares.
* Energía geotérmica: En algunas áreas, se usó energía geotérmica (calor del núcleo de la Tierra) para calentar hogares o producir electricidad.
* energía eólica: Los molinos de viento se usaron para alimentar molinos y bombear agua, pero no se usaban típicamente para generar luz o calor.
La transición a la electricidad para la calefacción y la iluminación fue un proceso gradual que comenzó a fines del siglo XIX y continuó durante el siglo XX. La electricidad ofreció ventajas significativas sobre estos métodos más antiguos, incluida una mayor eficiencia, quema de limpieza y control más fácil.