1. El sol calentando tu piel: El sol emite energía radiante, una forma de energía térmica, que viaja a través del espacio y llega a la tierra. Cuando esta energía golpea su piel, se absorbe y se convierte en calor, haciéndolo sentir cálido.
2. agua hirviendo en una tetera: Cuando calienta el agua en una estufa, la energía térmica de la estufa se transfiere a las moléculas de agua. Esto hace que las moléculas vibren más rápido, lo que eventualmente conduce a un cambio en el estado de líquido a gas (vapor).
3. Una taza de café caliente: Los granos de café han sido tostados, liberando energía térmica. Esta energía se transfiere al agua durante la elaboración de cerveza, y el café resultante conserva esta energía térmica, lo que hace que se sienta caliente a su mano.
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