Específicamente, la energía se almacena en el -hidrógeno de carbono (C-H) y carbono-carbono (c-c) cautiverio. Estos enlaces son relativamente fuertes y tienen una cantidad significativa de energía potencial.
Cuando la glucosa se descompone a través de la respiración celular, estos enlaces se rompen y la célula libera y usa la energía almacenada para realizar diversas funciones. Este proceso implica una serie de reacciones químicas que finalmente convierten la glucosa en dióxido de carbono, agua y energía en forma de ATP.