He aquí por qué fue un desafío para ellos:
* Falta de herramientas científicas modernas: Los científicos griegos no tenían el beneficio de instrumentos como termómetros, calorímetros o incluso escalas precisas. Se basaron en gran medida en la observación y el razonamiento filosófico, lo que dificulta cuantificar y medir la transferencia de energía.
* Centrarse en el movimiento y cambiar: Los filósofos griegos antiguos, como Aristóteles, estaban más preocupados por las * cualidades * de los objetos y su movimiento, en lugar de un concepto cuantificable como la energía. Se centraron en conceptos como "potencial" y "actualidad" que estaban relacionados con el cambio y el movimiento, pero no la energía en el sentido moderno.
* No hay concepto de conservación: La idea de conservación de la energía, que la energía no se puede crear o destruir solo transformada, fue un gran avance en la física. Este concepto no se desarrolló hasta mucho más tarde, en los siglos XVIII y XIX.
En lugar de centrarse en una definición específica de energía, los filósofos griegos exploraron conceptos relacionados como:
* kinesis (movimiento): Vieron el movimiento como un aspecto clave del mundo e intentaron comprender sus causas y efectos.
* Dynamis (potencia): Este concepto, similar a nuestra noción moderna de potencial, se refiere a la capacidad de un objeto para causar el cambio.
* Energeia (actividad): Esto estaba estrechamente relacionado con el dinamismo, que representa la actualización del potencial o el acto de realizar el trabajo.
En resumen: No era que los científicos griegos les resultaba difícil * definir * la energía, ya que el concepto de energía tal como la entendemos hoy no se desarrolló completamente durante su tiempo. Exploraron conceptos relacionados como movimiento, potencial y actividad, que sentaron las bases para descubrimientos científicos posteriores.