La energía sonora es producida por vibraciones . Estas vibraciones pueden ser causadas por una variedad de cosas, como:
* Un objeto vibratorio: Piense en una cuerda de guitarra, una cabeza de batería o un toque. Cuando estos objetos vibran, desplazan las moléculas de aire a su alrededor.
* Una columna de aire en movimiento: Cuando el aire se sopla a través de la abertura de una flauta o una trompeta, crea vibraciones en la columna de aire dentro del instrumento.
* Una explosión: Las explosiones crean un cambio repentino y rápido en la presión, lo que hace que el aire vibre.
Cómo viaja el sonido:
Una vez que se crean vibraciones, viajan a través de un medio, como aire, agua o sólidos. Esto sucede porque:
* Las moléculas vibratorias empujan a sus vecinos: A medida que la fuente vibra, empuja las moléculas de aire más cercanas a ella. Estas moléculas luego empujan a sus vecinos, y así sucesivamente, creando una reacción en cadena.
* ondas de compresión y rarefacción: La reacción en cadena crea áreas de alta presión (compresiones) y baja presión (rarefacciones) que viajan hacia afuera desde la fuente.
* Propagación de onda de sonido: Estas compresiones y rarefacciones forman una onda longitudinal, donde las partículas del medio vibran paralelos a la dirección del viaje de onda.
Medios diferentes, diferentes velocidades:
La velocidad del sonido depende del medio al que viaja. Viajes de sonido:
* más rápido en sólidos: Las moléculas en los sólidos están estrechamente empaquetadas, lo que permite que las vibraciones se transfieran rápidamente.
* más lento en líquidos: Las moléculas en los líquidos están más separados, ralentizando la transferencia de vibración.
* más lento en gases: Las moléculas en los gases son las más extendidas, lo que lleva a la velocidad más lenta del sonido.
Lo que escuchamos:
Nuestros oídos están diseñados para recoger estas vibraciones en el aire. Cuando las ondas de sonido alcanzan nuestros tímpanos, hacen que vibren. Esta vibración se transmite a través de pequeños huesos en el oído medio al oído interno, donde se convierte en señales eléctricas que nuestro cerebro interpreta como sonido.