Combustibles fósiles:
* carbón: Formado durante millones de años desde la materia vegetal en descomposición. Se quema para generar electricidad y calor.
* aceite (petróleo): Formado a partir de la descomposición de los organismos marinos durante millones de años. Utilizado para combustible de transporte, plásticos y otros productos.
* Gas natural: Se encuentra junto con el aceite, se usa principalmente para calefacción y generación de electricidad.
Energía nuclear:
* uranio: Un elemento radiactivo utilizado en las centrales nucleares. Se sufre fisión para producir calor, que se utiliza para generar electricidad.
Otras fuentes no renovables:
* Energía geotérmica: Calentar desde el interior de la tierra. Aunque técnicamente renovable en una escala de tiempo geológica, se considera no renovable debido a la tasa limitada a la que se repone.
¿Por qué se consideran no renovables?
* Recursos finitos: Estas fuentes son finitas y eventualmente se agotarán.
* Tiempos de reabastecimiento largos: El tiempo que tarda estos recursos en reponerse es mucho más largo que la vida útil humana, lo que los hace efectivamente no renovables.
Impacto ambiental:
* emisiones de gases de efecto invernadero: La quema de combustibles fósiles libera dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático.
* Contaminación: Los combustibles fósiles mineros y quemados pueden provocar la contaminación del aire, el agua y el suelo.
* Residuos nucleares: Las centrales nucleares producen desechos radiactivos que deben almacenarse de manera segura durante miles de años.
Es importante recordar:
* Transición a energía renovable: Alejarse de fuentes de energía no renovables es crucial para mitigar el cambio climático y reducir la contaminación.
* Prácticas sostenibles: Si bien las fuentes de energía no renovables son finitas, utilizarlas de manera más eficiente y minimizar los desechos puede ayudarnos a extender su vida útil.