1. Circulación atmosférica: Este es el mecanismo principal para la transferencia de calor. La energía del sol calienta el ecuador más intensamente que los polos. Esto crea diferencias de temperatura que impulsan las corrientes de aire. El aire cálido y húmedo se eleva en el ecuador, se enfría, libera la humedad como precipitación y luego fluye hacia los polos. A medida que viaja, se enfría aún más y se hunde en latitudes más altas. Esto crea patrones de circulación a gran escala (como las células Hadley) que distribuyen calor de los trópicos hacia los polos.
2. Corrientes oceánicas: Los océanos juegan un papel crucial en la redistribución del calor. Las corrientes oceánicas son impulsadas por una combinación de viento, diferencias en la densidad del agua (debido a la temperatura y la salinidad) y la rotación de la Tierra. Las corrientes cálidas llevan el calor de los trópicos hacia los polos, mientras que las corrientes frías transportan agua más fría desde los polos hacia el ecuador. Esto ayuda a moderadas temperaturas en todo el mundo.
Estos dos mecanismos trabajan juntos para crear una distribución de temperatura global más equilibrada.