* La tecnología específica utilizada: Por ejemplo, una planta de energía de gas moderna con captura y almacenamiento de carbono emitirá mucho menos CO2 que una planta de energía tradicional a carbón.
* El origen de la fuente de combustible: El gas natural del fracking puede tener una huella de carbono más alta que el gas de fuentes convencionales debido a fugas de metano.
* La eficiencia del sistema: Un panel solar altamente eficiente producirá menos CO2 por unidad de energía que uno menos eficiente.
Sin embargo, en términos generales, las siguientes fuentes de energía tienden a producir emisiones de CO2 más bajas por unidad de energía:
* energía nuclear: Las centrales nucleares no emiten directamente el CO2 durante la operación, aunque hay algunas emisiones asociadas con la minería y el procesamiento de combustible.
* potencia hidroeléctrica: Las presas hidroeléctricas utilizan el flujo natural del agua y no producen CO2 durante la operación.
* energía eólica: Las turbinas eólicas aprovechan la energía cinética del viento y no tienen emisiones directas de CO2.
* energía solar: Los paneles solares convierten la luz solar en electricidad, con emisiones mínimas de CO2.
Es importante tener en cuenta: Incluso fuentes como la energía solar y el viento requieren algunas emisiones de CO2 para la fabricación y la instalación, pero estas emisiones son mucho menores que las de fuentes de combustibles fósiles durante la vida útil de la planta de energía.
Por lo tanto, la fuente de "menos carbono" depende en gran medida de su definición específica de "carbono" y el contexto en el que lo está considerando. Se necesita un análisis detallado de todo el ciclo de vida de cada fuente de energía para hacer una comparación verdaderamente informada.