* menos dependencia de la luz artificial: Con una hora extra de luz diurna por la noche, las personas necesitarían encender las luces más tarde, reduciendo el consumo de electricidad para la iluminación.
* Aumento de actividades al aire libre: Más luz diurna en la noche podría alentar a las personas a participar en actividades al aire libre, reduciendo la necesidad de actividades interiores intensivas en energía como ver televisión.
Sin embargo, los ahorros de energía real de DST a menudo se debaten y los resultados de la investigación son mixtos.
Aquí está por qué los ahorros de energía son cuestionables:
* Uso de energía desplazada, no reducida: Algunos estudios sugieren que el DST puede no ahorrar energía en general, pero simplemente cambia el uso de energía de la noche a la mañana. La gente puede despertarse antes y usar más energía por la mañana, compensando cualquier ahorro nocturno.
* Otros factores que influyen en el uso de energía: El consumo de energía está influenciado por muchos factores, incluidos el clima, la actividad económica y los avances tecnológicos. Es difícil aislar el impacto del DST solo.
* Cambios en el estilo de vida: Las personas pueden ajustar sus horarios y rutinas para acomodar el cambio de tiempo, lo que puede afectar el consumo de energía de manera impredecible.
En conclusión, si bien la idea inicial detrás de DST era ahorrar energía, la evidencia que respalda esta afirmación no es concluyente. El impacto real del DST en el consumo de energía es complejo y probablemente varía según varios factores.
Es importante tener en cuenta que muchos países se han alejado del DST, incluidos países como Rusia, Islandia y China. El debate sobre la efectividad y los beneficios del DST continúa.