Presión: La presión en el límite entre el núcleo interior y exterior es inmensa y alcanza hasta 3,6 millones de atmósferas (atm). Esta enorme presión es el resultado del peso de las capas superpuestas del manto y la corteza terrestre.
La combinación de temperatura y presión extremadamente altas asegura que el núcleo externo permanezca en estado líquido a pesar de su composición principalmente de hierro y algo de níquel.