ETA destaca la importancia de las barreras para evitar la liberación de energía peligrosa. Las barreras pueden adoptar diversas formas, incluidas barreras físicas, controles administrativos y equipos de protección personal (EPP). Las barreras físicas incluyen guardas, escudos y recintos que impiden físicamente el acceso a fuentes de energía peligrosas o contienen energía si se libera. Los controles administrativos implican el establecimiento de procedimientos, permisos de trabajo y capacitación para garantizar prácticas laborales seguras y minimizar el riesgo de liberación de energía. El EPP, como gafas de seguridad, guantes y respiradores, proporciona protección personal contra peligros potenciales.
Al realizar ETA e implementar barreras adecuadas, las organizaciones pueden identificar y controlar eficazmente los peligros asociados con la energía, reduciendo el riesgo de accidentes y lesiones.