Para que un molino de viento funcione, requiere que un fluido en movimiento, como aire o agua, ejerza una fuerza sobre sus aspas. El flujo del fluido crea una diferencia de presión entre la parte delantera y trasera de las palas, lo que genera un par que hace que las palas giren. Sin embargo, el humo no es un fluido y no tiene la densidad o viscosidad necesarias para crear la diferencia de presión requerida.
Además, las partículas sólidas del humo pueden causar daños a las aspas del molino de viento, ya que las partículas pueden chocar con las aspas y causar erosión u otros daños.
Por lo tanto, no es posible hacer funcionar un molino de viento utilizando humo.