La energía de la biomasa se forma a partir de restos de plantas y animales. El proceso de formación de energía de la biomasa comienza con la fotosíntesis, en la que las plantas utilizan la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en glucosa y oxígeno. Luego, las plantas utilizan la glucosa como energía y el oxígeno se libera a la atmósfera. Cuando las plantas y los animales mueren, sus restos son descompuestos, como bacterias y hongos, en materia orgánica. Esta materia orgánica luego se puede utilizar para producir energía de biomasa.
El tiempo que tarda en formarse la energía de la biomasa depende del tipo de material vegetal o animal que se utilice. Por ejemplo, la madera tarda más en descomponerse que las hojas o la hierba. En general, se necesitan varios años para que se forme energía de biomasa. Sin embargo, algunos tipos de energía de biomasa, como el biogás, se pueden producir en cuestión de días o semanas.