En el caso de la pérdida de energía potencial, la energía que estaba almacenada en el sistema debido a su posición o estado de tensión o compresión se convierte en otras formas de energía, principalmente calor. Esta conversión suele ser causada por fricción, resistencia u otras fuerzas disipativas.
Por ejemplo, cuando se lanza una pelota al aire, gana energía potencial debido a su altura. A medida que la pelota cae, esta energía potencial se convierte en energía cinética (energía de movimiento). Sin embargo, cuando la pelota golpea el suelo, parte de su energía cinética se pierde en forma de calor debido a la colisión.
De manera similar, cuando se suelta una banda elástica estirada, su energía potencial almacenada se convierte en energía cinética a medida que retrocede. Sin embargo, debido a la resistencia del aire y la fricción interna dentro de la banda elástica, parte de esta energía cinética se pierde en forma de calor.
En general, cualquier proceso que implique fricción, resistencia u otras fuerzas disipativas da como resultado la conversión de energía mecánica (incluida la energía potencial) en calor. Este fenómeno se observa en diversas situaciones cotidianas, como cuando se aplican los frenos a un vehículo en movimiento o cuando una persona se desliza cuesta abajo en un trineo.
Comprender la conversión de la energía potencial perdida en calor es esencial en muchos campos, incluidos la física, la ingeniería y las ciencias ambientales.