1. El sol: El sol es la principal fuente de calor de la Tierra. Irradia energía en forma de ondas electromagnéticas, que pueden ser absorbidas por objetos en la superficie terrestre o en la atmósfera.
2. El interior de la Tierra: El interior de la Tierra es extremadamente caliente debido a la desintegración de elementos radiactivos y la compresión gravitacional de la materia. Este calor se conduce a través de la corteza terrestre y puede liberarse mediante erupciones volcánicas o en zonas geotérmicas.
3. Actividades humanas: Las actividades humanas también contribuyen a la producción de calor. La quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, libera calor a la atmósfera. Además, la tala de bosques reduce la cantidad de vegetación que puede absorber el calor del sol, lo que provoca un aumento de las temperaturas locales.