Cuando un objeto se calienta, sus átomos y moléculas ganan energía cinética, lo que hace que se muevan más rápido y ocupen un volumen mayor. Este aumento de volumen y movimiento molecular a menudo se percibe como un aumento de masa. Sin embargo, el cambio real de masa debido al calentamiento es insignificante en comparación con la masa original del objeto.
A efectos prácticos, en situaciones cotidianas, el cambio de masa debido al calentamiento es insignificante y puede ignorarse. Sin embargo, en ciertos campos científicos y experimentos de física de altas energías, el principio de equivalencia masa-energía se vuelve crucial y se requieren mediciones precisas para tener en cuenta las conversiones de energía a masa.
En resumen, calentar un objeto no aumenta significativamente su masa de una manera que sea perceptible o relevante para la mayoría de los propósitos prácticos. Los cambios de masa sólo se vuelven sustanciales cuando se trata de cantidades extremas de energía, como lo describe la teoría de la relatividad.