Según la ley de Ampère, que es una de las leyes fundamentales del electromagnetismo, un cable por el que circula una corriente produce un campo magnético circular a su alrededor. La dirección del campo magnético se puede determinar mediante la "regla de la mano derecha". Al envolver el pulgar de la mano derecha en la dirección de la corriente eléctrica, los dedos se curvarán en la dirección de las líneas del campo magnético.
El campo magnético creado por una corriente eléctrica es proporcional a la intensidad de la corriente. Duplicar la corriente que fluye a través del conductor duplicará la fuerza del campo magnético. Además, la forma y la geometría del conductor por el que circula la corriente también influyen en la forma del campo magnético. Por ejemplo, un solenoide, que es una bobina de alambre, crea un campo magnético concentrado y uniforme dentro de su núcleo.
Además, los campos eléctricos cambiantes también generan campos magnéticos. La ley de inducción electromagnética de Faraday establece que un campo magnético variable en el tiempo induce una fuerza electromotriz (EMF) en un conductor. Por el contrario, un campo eléctrico variable en el tiempo induce un campo magnético. Este principio es la base de diversos dispositivos eléctricos como generadores, transformadores e inductores.
En resumen, la electricidad puede crear un campo magnético debido al movimiento o flujo de cargas eléctricas. Esta propiedad fundamental, descrita por el electromagnetismo, tiene numerosas aplicaciones prácticas en ingeniería eléctrica, física y muchos avances tecnológicos.