1. Glucólisis: La glucólisis es el proceso de descomponer la glucosa, un azúcar de seis carbonos, en dos moléculas de piruvato, una molécula de tres carbonos. Este proceso ocurre en el citoplasma de la célula y no requiere oxígeno. Durante la glucólisis, se produce una pequeña cantidad de ATP (trifosfato de adenosina), la principal moneda energética de la célula. Sin embargo, la glucólisis por sí sola no puede generar cantidades significativas de ATP para sostener las demandas energéticas de la célula.
2. Fermentación: La fermentación es un proceso que continúa después de la glucólisis cuando falta oxígeno. Hay dos tipos principales de fermentación:
- Fermentación del ácido láctico: En este proceso, el piruvato se convierte en ácido láctico. Este tipo de fermentación ocurre en las células musculares durante el ejercicio intenso cuando el suministro de oxígeno es limitado. La acumulación de ácido láctico puede provocar fatiga y dolor muscular.
- Fermentación alcohólica: En este proceso, el piruvato se convierte en etanol (alcohol) y dióxido de carbono. Este tipo de fermentación ocurre en levaduras y ciertas bacterias y se utiliza en la producción de bebidas alcohólicas, como la cerveza y el vino.
Tanto la fermentación láctica como la fermentación alcohólica regeneran NAD+ a partir de NADH, lo que permite que la glucólisis continúe y produzca una cantidad limitada de ATP. Sin embargo, la fermentación es menos eficiente que la fosforilación oxidativa, el proceso que genera ATP en presencia de oxígeno, y produce una cantidad significativamente menor de ATP por molécula de glucosa.