1. Mayor demanda de efectivo físico
Cuando se corta la electricidad, las personas que dependen de métodos de pago electrónicos pueden verse incapaces de realizar compras o acceder a sus fondos. Esto puede conducir a una mayor demanda de efectivo físico, ya que las personas buscan tener a mano una forma de moneda más tangible y confiable. Este aumento de la demanda puede hacer que el valor del efectivo físico aumente en relación con otras formas de moneda, como las monedas digitales o los métodos de pago electrónico.
2. Velocidad reducida del dinero
La velocidad del dinero se refiere a la velocidad a la que el dinero circula a través de una economía. Cuando se corta la electricidad, la velocidad del dinero puede disminuir ya que es menos probable que las personas gasten dinero debido a la dificultad de realizar transacciones electrónicas. Esto puede provocar una disminución de la actividad económica y una desaceleración de la economía.
3. Mayor uso del trueque
Cuando se corta la electricidad, la gente puede recurrir al trueque de bienes y servicios a cambio de dinero físico u otras formas de moneda. Esto puede conducir a una disminución en el uso del dinero como medio de intercambio y a un retorno a formas más primitivas de actividad económica.
4. Mayor riesgo de robo y fraude
Los cortes de energía también pueden aumentar el riesgo de robo y fraude, ya que las personas pueden ser más vulnerables a estos delitos cuando no pueden confiar en los sistemas de seguridad electrónicos. Esto puede erosionar aún más la confianza en el sistema monetario y hacer que sea menos probable que la gente utilice el dinero como reserva de valor.
En general, un corte de energía puede tener un impacto significativo en cómo se representa y valora el dinero en una sociedad. Estas distorsiones pueden provocar una disminución de la actividad económica, una disminución del uso del dinero y un aumento del riesgo de robo y fraude.