1. Descuento Temporal:
- Sesgo presente :La gente tiende a dar más importancia a las recompensas o gastos inmediatos que a los futuros. Este sesgo puede conducir a gastos impulsivos y ahorros reducidos.
2. Autocontrol y gratificación retrasada:
- Algunas personas tienen mejor autocontrol y pueden retrasar la gratificación, lo que les permite ahorrar más para metas futuras. Pensar en el futuro puede motivar a estas personas a gastar menos en el presente.
3. Educación y planificación financiera :
- Las personas con conocimientos financieros y quienes se dedican a la planificación financiera tienen más probabilidades de pensar en el futuro. Esta conciencia de las necesidades financieras futuras puede fomentar la reducción del gasto.
4. Horizonte temporal y objetivos :
- Si las personas tienen objetivos financieros claros y específicos para el futuro, como la jubilación, la compra de una casa o el pago de la educación, es más probable que ahorren dinero y reduzcan gastos innecesarios.
5. Aversión al riesgo e incertidumbre:
- Algunos consumidores son reacios al riesgo y prefieren tener una red de seguridad financiera. Pensar en posibles incertidumbres futuras puede llevarlos a ahorrar más.
6. Suavizado del consumo :
- Los individuos que piensan en el futuro pueden involucrarse en una "alisación del consumo", donde intentan mantener un nivel constante de consumo a lo largo del tiempo. Esto puede conducir a una reducción del gasto durante períodos de mayores ingresos para ahorrar para períodos futuros de menores ingresos.
7. Estrés financiero y deuda :
- Cuando los consumidores ya están luchando contra el estrés financiero o altos niveles de deuda, pensar en el futuro puede llevarlos a sentirse abrumados y menos motivados para ahorrar.
8. Rasgos psicológicos :
- Algunos rasgos de personalidad, como un mayor nivel de escrupulosidad y autodisciplina, pueden contribuir a mejores hábitos de ahorro y a una toma de decisiones orientada al futuro.
En general, considerar el futuro puede influir en el comportamiento de gasto de diferentes maneras. Que los consumidores gasten menos depende de sus circunstancias financieras, su capacidad de planificación, su tolerancia al riesgo y sus rasgos psicológicos.