Un nuevo estudio ha descubierto que las familias ricas tienen más probabilidades de seguir siendo ricas que las familias pobres. El estudio, que fue publicado en la revista "Social Forces", analizó datos de tres generaciones de familias en los Estados Unidos. Los investigadores encontraron que los hijos de padres ricos tenían más probabilidades de tener ingresos altos y vivir en vecindarios ricos, incluso si no heredaban dinero de sus padres.
El estudio también encontró que los hijos de padres pobres tenían más probabilidades de tener bajos ingresos y vivir en vecindarios pobres, incluso si trabajaban duro y recibían una buena educación. Los investigadores dicen que esto se debe a una serie de factores, incluido el hecho de que las familias ricas tienen más recursos para invertir en la educación y las carreras de sus hijos.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones importantes para los responsables de la formulación de políticas. Los investigadores dicen que el gobierno debería hacer más para ayudar a las familias pobres, como brindarles acceso a educación de alta calidad y capacitación laboral. También dicen que el gobierno debería hacer más para desalentar la acumulación de riqueza por parte de los ricos, como aumentando los impuestos a los ricos o aprobando leyes que dificulten que los ricos transmitan su riqueza a sus hijos.
Los hallazgos del estudio son consistentes con otras investigaciones que han encontrado que la desigualdad de riqueza en los Estados Unidos está aumentando. La brecha entre ricos y pobres se ha ido ampliando durante décadas, y los hallazgos del estudio sugieren que es probable que esta tendencia continúe.
Los hallazgos del estudio también son consistentes con las experiencias vividas por muchas personas. Muchas personas que crecen en familias adineradas pueden lograr un gran éxito en la vida, incluso si no heredan dinero de sus padres. Por otro lado, muchas personas que crecen en familias pobres luchan para llegar a fin de mes, incluso si trabajan duro y reciben una buena educación.
Los hallazgos del estudio son un recordatorio de que la desigualdad de riqueza es un problema grave en Estados Unidos. Es un problema que ha ido empeorando durante décadas y es probable que siga empeorando a menos que el gobierno tome medidas para abordarlo.