Disminución de las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2):
Un cambio notable durante las primeras etapas de la pandemia fue la disminución de las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2). El NO2 se emite principalmente por vehículos, actividades industriales y centrales eléctricas. Con la reducción del tráfico y las actividades industriales debido a las restricciones de viaje y el cierre de negocios, los niveles de NO2 cayeron significativamente. Esto se observó a través de datos satelitales y estaciones de monitoreo terrestres. La reducción de NO2 contribuyó a un aire más limpio y a una mejor salud respiratoria de los residentes.
Aumento de las concentraciones de ozono (O3):
A pesar de las reducciones de NO2, las concentraciones de ozono (O3) aumentaron en Park City durante la pandemia. El ozono se forma a través de reacciones atmosféricas complejas que involucran contaminantes como compuestos orgánicos volátiles (COV) y NO2 en presencia de luz solar. La disminución de NO2 provocó un cambio en el equilibrio químico, lo que permitió que los COV reaccionaran más fácilmente con el oxígeno, lo que dio lugar a concentraciones más altas de O3. Los niveles elevados de O3 pueden contribuir a problemas respiratorios, particularmente en poblaciones vulnerables como niños y personas con afecciones respiratorias.
Cambios en los factores meteorológicos:
Los patrones climáticos también desempeñaron un papel importante en la configuración de la calidad del aire durante la pandemia. En Park City, el invierno de 2020-2021 experimentó menos nevadas en comparación con años anteriores. La falta de nieve provocó superficies de suelo más secas y un aumento de partículas de polvo, lo que contribuyó a niveles más altos de partículas (PM10 y PM2,5). Estas partículas pueden agravar las condiciones respiratorias y cardiovasculares. Además, la aparición de incendios forestales en áreas vecinas afectó aún más la calidad del aire, trayendo humo y contaminantes a la región.
Impacto en el Índice de Calidad del Aire (ICA) y la Salud Pública:
En general, los cambios en los niveles de contaminación del aire en Park City durante la pandemia dieron como resultado un panorama mixto. Si bien la reducción de NO2 fue positiva, el aumento de los niveles de O3 y PM presentó desafíos para la gestión de la calidad del aire y la salud pública. Estas variaciones resaltan la compleja interacción entre las actividades humanas, la meteorología y la dinámica de la contaminación del aire. Monitorear y mitigar estos cambios sigue siendo crucial para salvaguardar la salud pública y mantener un ambiente limpio en Park City y comunidades montañosas similares.