Los investigadores descubrieron que las abejas melíferas utilizan una combinación de estrategias para mantenerse frescas, que incluyen:
* Ventilación activa: Las abejas melíferas abanican sus alas para hacer circular aire por su cuerpo y evaporar el agua de su piel. Este proceso, conocido como ventilación activa, puede reducir la temperatura corporal de la abeja hasta 10°C.
* Intercambio de calor pasivo: Las abejas melíferas también utilizan sus alas para intercambiar calor con el medio ambiente. Cuando la temperatura corporal de la abeja es superior a la temperatura ambiente, el calor se transfiere de la abeja a las alas y luego se disipa en el aire. Por el contrario, cuando la temperatura corporal de la abeja es inferior a la temperatura ambiente, el calor se transfiere del aire a las alas y luego la abeja lo absorbe.
* Adaptaciones de comportamiento: Las abejas melíferas también ajustan su comportamiento para evitar el sobrecalentamiento. Por ejemplo, pueden volar a mayores altitudes donde el aire es más fresco o aterrizar en áreas sombreadas para descansar.
Los investigadores también descubrieron que las abejas melíferas pueden tolerar temperaturas más altas que otros insectos, como los abejorros y las avispas. Probablemente esto se deba al hecho de que las abejas melíferas tienen un tamaño corporal más grande y una tasa metabólica más alta, lo que les permite generar más calor y disiparlo más rápidamente.
Los hallazgos de este estudio proporcionan nuevos conocimientos sobre los mecanismos de termorregulación de las abejas melíferas y cómo pueden sobrevivir en una variedad de entornos. Esta información podría utilizarse para desarrollar nuevas estrategias para proteger a las abejas melíferas de los efectos del cambio climático, como proporcionarles sombra o acceso al agua.
Referencia:
Peng, Y., Deng, Y. y Dudley, R. (2022). Estrategias termorreguladoras de las abejas melíferas durante el vuelo en un túnel de viento. Revista de Biología Experimental , 225(18), jeb244644.