Además, algunos de los impactos del cambio climático podrían volverse irreversibles o persistir durante mucho tiempo. Por ejemplo, el derretimiento de la capa de hielo del Ártico ya está provocando un aumento del nivel del mar, y la capa de hielo podría tardar siglos o incluso milenios en recuperarse por completo. La pérdida de arrecifes de coral debido a la acidificación de los océanos también podría tardar siglos o milenios en revertirse.
Es probable que los impactos del cambio climático se sientan desproporcionadamente en los países más pobres del mundo, que ya están luchando por adaptarse al clima cambiante. Estos países suelen tener recursos limitados para invertir en la adaptación al clima y son más vulnerables a los impactos del cambio climático, como pérdidas de cosechas, sequías e inundaciones.
Incluso si el mundo alcanza cero emisiones netas, es importante seguir tomando medidas para adaptarse a los impactos del cambio climático que ya están ocurriendo. Esto podría implicar invertir en infraestructura para protegerse contra el aumento del nivel del mar y fenómenos climáticos más extremos, así como desarrollar nuevas prácticas agrícolas que sean resilientes al cambio climático.