La ganadería contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la contaminación del agua y la deforestación. Las emisiones atribuidas a la ganadería provienen principalmente de dos fuentes:la fermentación entérica y el manejo del estiércol. La fermentación entérica ocurre cuando los microorganismos descomponen los alimentos en el tracto digestivo de los animales, liberando metano, un potente GEI. Por el contrario, la gestión del estiércol implica almacenar y tratar los desechos animales, lo que libera metano y óxido nitroso, otro potente GEI.
Una de las formas más efectivas de ayudar al medio ambiente es cambiar a una dieta basada en plantas o vegana. Las investigaciones muestran que las dietas veganas pueden reducir las emisiones de GEI hasta en un 50% en comparación con las dietas basadas en carne. Las dietas veganas también requieren muchos menos recursos, como tierra y agua, que las dietas basadas en carne. Además, las dietas basadas en plantas se han relacionado con tasas más bajas de enfermedades cardíacas, obesidad y algunas formas de cáncer.
Reducir o eliminar la carne y los productos animales de nuestra dieta diaria es una de las formas más efectivas de reducir nuestro impacto ambiental. Elegir comer más alimentos de origen vegetal puede reducir significativamente las emisiones de GEI, el uso de agua y la deforestación y promover nuestra salud y bienestar.