Cuando la luz del sol incide sobre una gota de agua, ésta sufre refracción, que es la curvatura de la luz cuando pasa de un medio a otro. Los rayos de luz que entran en la gota de agua se doblan hacia el centro de la gota y luego se doblan nuevamente cuando salen de la gota. Esta curvatura de la luz hace que los diferentes colores de la luz solar se separen, siendo la luz roja la que se curva menos y la luz violeta la que más.
A medida que los rayos de luz curvados salen de la gota de agua, se reflejan en la superficie posterior de la gota y luego se refractan nuevamente cuando salen de la gota. Esta doble refracción hace que los rayos de luz se separen formando un arco circular, que es lo que vemos como un arco iris.
El ángulo del sol, el ángulo de las gotas de agua y el ángulo del ojo del observador determinan el tamaño y la posición del arco iris. El tipo más común de arco iris es el arco iris primario, que es el arco circular que normalmente se ve en el cielo. Sin embargo, también hay un arco iris secundario, que es un arco más tenue que aparece encima del arco iris primario. El arco iris secundario es causado por un segundo reflejo de los rayos de luz en la superficie posterior de la gota de agua.
Los arcoíris son una vista hermosa y fascinante, y son un recordatorio de la belleza y complejidad del mundo natural.