Las células solares de plástico están hechas de materiales orgánicos, que son más baratos y flexibles que el silicio. Sin embargo, también son menos eficientes que las células solares de silicio, ya que convierten en electricidad sólo una pequeña fracción de la luz solar que incide sobre ellas.
Uno de los desafíos para mejorar la eficiencia de las células solares de plástico es comprender cómo se mueven los electrones de la célula solar cuando son excitados por la luz. Este proceso es muy rápido y ocurre en sólo unas pocas billonésimas de segundo. TRMC es la primera técnica que puede seguir este proceso en tiempo real.
Para utilizar TRMC, los investigadores hacen brillar un pulso de luz sobre una célula solar de plástico y luego miden cómo cambia la conductividad de la célula solar con el tiempo. La conductividad de la célula solar es una medida de la facilidad con la que los electrones pueden moverse a través de ella.
Cuando la luz incide en la célula solar, crea un campo eléctrico que hace que los electrones de la célula solar se muevan. El movimiento de los electrones crea una corriente eléctrica, que puede utilizarse para alimentar dispositivos como teléfonos móviles y ordenadores portátiles.
La técnica TRMC puede ayudar a los investigadores a comprender cómo cambia con el tiempo el campo eléctrico de la célula solar. Esta información se puede utilizar para mejorar el diseño de células solares de plástico y aumentar su eficiencia.
El equipo de investigación detrás de la técnica TRMC está dirigido por la profesora Jenny Nelson de la Universidad de Oxford. Los hallazgos del equipo fueron publicados en la revista Nature Materials.
La técnica TRMC es una nueva herramienta prometedora para estudiar el comportamiento de los electrones en células solares de plástico. Esta información puede ayudar a mejorar la eficiencia de las células solares de plástico y convertirlas en una alternativa más viable a las células solares tradicionales basadas en silicio.