El estudio también encontró que el tránsito puede reducir significativamente otros tipos de contaminación del aire, como los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas (PM). En 2018, el tránsito redujo las emisiones de NOx en 647.000 toneladas y las emisiones de PM en 60.000 toneladas. Estas reducciones pueden conducir a una mejor calidad del aire, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades respiratorias y muerte prematura.
Además de sus beneficios para la salud pública, el transporte también puede proporcionar importantes beneficios económicos. Por ejemplo, el estudio encontró que las inversiones en transporte ahorraron a la economía estadounidense más de $33 mil millones en 2018. Estos ahorros provienen de la reducción de la congestión del tráfico, menos accidentes y una mayor productividad de los empleados.
El estudio proporciona pruebas sólidas de que el tránsito es una parte importante de la lucha contra el cambio climático y la contaminación del aire. Al invertir en transporte, podemos crear un ambiente más saludable y una economía más fuerte para todos.
Aquí hay algunos hallazgos clave adicionales del estudio:
* El número de usuarios de transporte público creció a un ritmo más rápido que la población estadounidense de 2013 a 2018. Este crecimiento fue impulsado por una mayor demanda de alternativas de transporte, especialmente entre los millennials y los residentes urbanos.
* El transporte público sigue siendo una parte importante del sistema de transporte del país y representa casi el 5% de todos los viajes en los Estados Unidos.
* El transporte público es más eficaz en las grandes ciudades, donde puede ayudar a reducir la congestión del tráfico y mejorar la calidad del aire.
* Invertir en transporte público puede crear empleos y estimular la economía.
El estudio muestra que el transporte público es una opción de transporte segura, asequible y sostenible que puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la calidad del aire y crear empleos.