Las emociones juegan un papel importante en la toma de decisiones humanas y esto incluye la decisión de por quién votar. Esto se debe a que las emociones pueden influir en nuestras percepciones, nuestras evaluaciones de los candidatos y nuestra motivación general para votar.
Por ejemplo, el miedo puede llevarnos a votar por un candidato que creemos que nos mantendrá seguros, mientras que la esperanza puede llevarnos a votar por un candidato que creemos que hará del mundo un lugar mejor.
2) El efecto de encuadre
El efecto de marco se refiere a la forma en que la forma en que se presenta la información puede influir en nuestra toma de decisiones. Esto se puede ver en la política cuando los candidatos formulan sus políticas de una manera que apela a nuestras emociones.
Por ejemplo, un candidato podría plantear un aumento de impuestos como una forma de invertir en servicios públicos, o podría plantear un recorte presupuestario como una forma de reducir el despilfarro gubernamental.
3) El sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación se refiere a la tendencia a buscar información que confirme nuestras creencias existentes y a ignorar la información que las desafíe. Esto se puede ver en la política cuando los votantes sólo buscan información de fuentes que apoyan a su candidato preferido.
Por ejemplo, un votante republicano podría ver sólo Fox News, mientras que un votante demócrata podría ver sólo CNN. Esto puede conducir a una falta de pensamiento crítico y a un panorama político más polarizado.
4) El efecto Einstellung
El efecto Einstellung se refiere a la tendencia a emitir juicios basados en nociones preconcebidas o estereotipos. Esto se puede ver en política cuando los votantes emiten juicios sobre los candidatos en función de su afiliación partidista, raza o género.
Por ejemplo, es más probable que un votante vote por un candidato de su propio partido, incluso si sabe poco sobre las políticas del candidato.
5) Teoría de la identidad social
La teoría de la identidad social sugiere que el autoconcepto de las personas se basa en parte en su pertenencia a diversos grupos sociales. Esto puede conducir a un sesgo intragrupal, donde las personas favorecen a los miembros de su propio grupo sobre los miembros de otros grupos.
En política, esto puede manifestarse como una preferencia por candidatos del propio partido o grupo social, incluso si esos candidatos tienen políticas menos deseables.
Conclusión
La neurociencia puede ayudarnos a comprender por qué el voto a menudo está impulsado por las emociones, proporcionando información sobre los procesos psicológicos que dan forma a nuestro comportamiento político. Al comprender estos procesos, podemos tomar decisiones más informadas sobre los candidatos por los que votamos y las políticas que apoyamos.