El volumen de un sonido está determinado por su amplitud o la fuerza de las ondas sonoras. Un sonido con una amplitud alta se considera fuerte, mientras que un sonido con una amplitud baja se considera silencioso. La unidad de medida de la intensidad del sonido es el decibel (dB). Un sonido de 0 dB se considera el umbral de la audición humana, mientras que un sonido de 120 dB se considera el umbral del dolor.
Por tanto, un sonido de 20.000 Hz puede considerarse agudo y fuerte, dependiendo de su amplitud.