La toxina, llamada retron, es producida por bacterias como mecanismo de defensa contra los virus. Los retrones son pequeños trozos de ADN que pueden insertarse en el genoma de un virus, alterando su capacidad de replicarse. Sin embargo, los retrones sólo están activos cuando están unidos a una proteína específica llamada chaperona.
Los investigadores descubrieron que la proteína chaperona se une al retron en un sitio específico, provocando un cambio conformacional que expone el sitio activo del retron. Esto permite que el retrón se inserte en el genoma viral e interrumpa su replicación.
"Esta es la primera vez que se identifica el interruptor molecular que activa un retron", dijo Eric Snijder, profesor de genética molecular y microbiología en UT Austin. "Este descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos para infecciones virales mediante el diseño de fármacos que inhiban la interacción entre la proteína chaperona y el retron".
Los investigadores creen que retrones podrían usarse para tratar una variedad de infecciones virales, incluidas las causadas por la influenza, la hepatitis C y el VIH. Los retrones también podrían utilizarse para desarrollar nuevas vacunas contra virus.
"Los retrones son una nueva clase prometedora de agentes antivirales", afirmó Snijder. "Estamos entusiasmados de explorar su potencial para tratar infecciones virales".
La investigación fue publicada en la revista Nature Structural &Molecular Biology.